Dando una vuelta [Olivia]

Caminaba por las calles pensativo, pensando en algún sitio para llevarla por lo que miré la hora de mi reloj y vi que aun no era demasiado tarde para los restaurantes. -¿Te apetece que vayamos a cenar algo antes?- Vamos Jack, no lo estropees.

- Claro, tengo hambre y en casa no había nada. Pensaba en asaltar tu frigo pero ya que insistes en llevarme a cenar te deberé la vida- sonreí. Tonta Olivia así o más directa.

La miraba de reojo sin poderlo evitar y a veces me comía las uñas por lo que paseé en silencio durante un buen rato. -Emm... Oye.- Dije tras un rato,aún no me había detenido cuando llamé su atención.

Enarqué una ceja.

- Oye, por qué me llamas así, siempre me dices Olivia u Olivia- bromeé- ya te arrepentiste de la comida?? - Ya ni tenía hambre, estar con él hacía que se me fuera, sólo quería estar con él un rato.

-Emm... Si, es verdad, Olivia...¿Sabes? Tu me... Miré hacia los lados sin saber donde meterme, queriendo que la tierra me tragara en ese momento, hasta que fijé mi mirada en el restaurante. -¡Mira, el restaurante!- Me apresuré a entrar con rapidez, era un maldito cobarde, tenía que decírselo, seguro que ya lo sabía todo el mundo pero no encontraba nunca la forma de contárselo. Pero de hoy no iba a pasar.

- Si ahí está el restaurante- dije extrañada- Jack tu me gustas- dije antes llamar al mesero mientras veía la carta. No sabía cómo lo tomaría pero por suerte llegó el mesero . Uff!!

Menos mal que mi cara estaba cubierta por la carta de los platos, si no, hubiese visto mi rubor en ese momento. No sabía que hacer y las manos me temblaban... Sentía lo mismo por mi por lo que a mi no me quedó otra que confesarselo. Aparté la carta y le miré a los ojos, mis manos temblaban por lo que las apoyé en la mesa. -Tu también me gustas.- Le susurré para que el camarero no lo oyera, pero mis palabras aunque fueran un susurro, eran ciertas y sinceras.

Me lo quedé viendo con los ojos abiertos de par en par. Balbuceé algo en dirección al mesero para que se fuera y puse mis manos sobre la mesa de la misma manera que él.

- Es cierto?- pregunté conteniendo la emoción. Eso significaba muchas cosas. El hambre ya era historia, podía tener un festín frente a mis ojos y no tocar nada. Tragué saliva.

Asentí mientras aun seguí observándola. -Desde hace bastante tiempo. Crei que lo sabías. Susurré con suavidad.

- Soy distraida con esas cosas- dije sonriendo ampliamente- pero no creí que tú.. yo... nosotros..- No sabía qué más decir. Estaba toda nerviosa y tenía muchas cosas que decirle.- Entonces... nos gustamos cierto.

Asentí con lentitud, estaba demasiado nervioso por lo que temía cometer alguna torpeza, como tirar un vaso o cualquier cosa. -Si... Eso parece.- Balbuceé con torpeza.

Me reí por lo que dijo Jackson.

- Ahh... quieres comer de verdad?- pregunté curiosa, quizá si no tenía hambre podíamos ir a algún lado a hablar de lo que habíamos dicho. Pero jamás lo dejaría con su estómago vacío